En el desierto de Namibia, en África, existe un Parque Nacional, un lago seco de arcilla blanca, rodeado de dunas de color ocre y naranja.
Mientras fue un lago, se generó un pantano de poca profundidad y, en estas condiciones, crecieron árboles. Una especie de acacia espinosa, nativa de las zonas áridas del sur de África.
El clima cambió y el lago y pantano se secaron, al igual que las acacias se secaron por completo. Lo que me lleva a pintar árboles secos, es que éstos están secos hace alrededor de 700 años y siguen de pie.
El panorama completo es de una belleza brutal. Muertos, pero de pie. Estos árboles me dicen que la resilencia existe, incluso, más allá de la muerte.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.