Crítcas y
comentarios
Formada en el taller del artista plástico Gustavo Morini, Juana Dorta en su camino artístico experiencial, se inclina a elegir los espacios exteriores. El modelo humano, y los seres vivos en general, están menos tenidos en cuenta en su búsqueda. Entendemos que es por decisión interior profunda ya que lo plasmado fluye en la resolución plástica. Como esa mano a la vez esquemática y con vida que sostiene con la fuerza de la determinación personal una riestra de ajos.
Recorriendo sus obras observamos etapas en el ir fluctuando entre lo más orgánico, donde se detiene en detalles precisos como quiebres en piezas de tejados o enérgicas pinceladas en cielos profundamente expresivos; otra de simplificación y esquematización… en espacios rurales o urbanos; y la tendencia a una abierta geometrización y abstracción tendiente a simbolismos diversos…como algunos trabajos de marinas y otros de naturalezas muertas. Me refiero, al comienzo de este texto, al camino más abordado por Dorta en su línea de trabajos realizados en simplificación y esquematización cuando digo que “estas pinturas ilusionan con un existir más simple…menos complicado”.
A través de la simplificación de las formas logra, con sus determinantes pinceladas abiertas y de generoso movimiento, ir enamorándonos, creando una realidad apaciguante de la mano del quite de detalles y suma de resoluciones prácticas, guiándonos a una realidad exterior que invita a ser poblada.
“Nos atrapa la amplia obra aquí presentada. Son varios los motivos de los temas abordados en estas pinturas que ilusionan con un existir más simple, menos complicado.”
La ausencia de ruidos y seres vivos se hace ver, y en esta vida que por lo general estamos sobre exigidos por estímulos externos, el estar frente a estar pinturas invita a un silencio posible dónde el goce de la naturaleza teñida de cierta abstracción en detalles nos transmite paz y nos gustaría habitar.
La luz es una gran protagonista en casi todas las obras de Juana Dorta y en esta poética de exteriores urbanos o campos abiertos, de cúpulas, ranchos, o cascos rurales. Todo es llevado de la mano de pinceladas con buen ritmo en colores quebrados y con gran sensación de placer al ser pintados, igual placer que presentan a nuestros sentidos el recorrerlas ilusionándonos con una realidad menos complicada.”
Lic. Lidia Casagrande
Profesora de Artes Visuales
Galerista de Espacio T
San Telmo, Ciudad de Buenos Aires, Argentina
Son muy bellos todos sus paisajes. Son de una realidad tan apaciguante que enamoran. Los mares, los rostros, los campos… como paraísos oníricos donde llegar es todo el destino para disfrutar de sus bondades. Como alguien dijo: “la vida es trama… no existe una naturaleza o un entorno separado de lo humano”.
De generosidad matérica en pinceladas con gesto sus obras crean espacios donde es posible estar bien, en donde nada interrumpe las bondades de la vida. Encontramos su espíritu en el deleite de dar brillo con los óleos y en el placer de construir en la bidimensión la expresión posible de lo cotidiano en armonía y de la mano de diferentes enfoques artísticos.
En la serie “Cielos” es donde la artista une sus habilidades pictóricas a su interior más expresivo, donde encontramos más significativamente su mensaje artístico. Estos cielos tienen mucha fuerza. Aquí Juana Dorta se anima a más.
Su temperamento y belleza interior están en estos cielos de manera más precisa. De pincelada enérgica y en varias direcciones va construyendo un entramado cromático que nos permite intuir sus emociones en el acto de pintar.
“La obra de Juana Dorta ilusiona.”
La alternancia tonal suma y es protagonista de paraísos de paz y silencios en todas sus obras. Los cielos cargados, matéricos y descollantes de variedades cromática abren o cierran en una eterna espiritualidad. Los esclarecedores y nítidos que nos abren a certezas absolutas. Los de tinieblas y dudas, los de luminosidades de sensuales rojizos.
En las tres obras presentadas “Oro en el cielo”, “Ocaso tormentoso” y “Furia en el cielo” las sensaciones son arrolladoramente sensuales.
Juana Dorta vibra en esos categóricos cielos y es allí donde su fuerza y sus pasiones se encuentran. Son construcciones muy suyas y el común denominador del brillo intenso de rayos de luz los rubrica. Como si la artista nos guiara desde lo más abstracto de sus obras a conocerla íntimamente.”
Lic. Lidia Casagrande
Profesora de Artes Visuales
Galerista de Espacio T
San Telmo, Ciudad de Buenos Aires, Argentina
Presumo que lo que intenta expresar Juana Dorta a través de estas obras es que, mientras se está frente al modelo natural, la prioridad la constituye la experiencia que se entabla entre la naturaleza y su propia individualidad, ya que lo que pinta no es el paisaje – el motivo ante sus ojos – , sino aquello que se produce en su interior ante el encuentro, es decir, sus sensaciones; el resultado genera una respuesta que se puede describir como pensamiento visual, una percepción del mundo que no está escindida de la operación inteligible, un proceso de pensamiento desligado que opera ante dicha percepción.
Aquí el modelo no es la obra, el cuadro, el modelo es lo ausente que se trae a presencia; ante él, Dorta ofrece su propia mirada, suplanta la objetividad (articulada a través de lo visto) por las sensaciones interiores, basadas en la visión del ojo cíclope del alma. La sensación que generan en la autora estos “modelos/cielos” no está en el fenómeno, aunque estos lo provocan, sino que es algo que, de alguna manera, la toca, la conmueve, proyecta una experiencia tramada con la percepción, pero que involucra también aquello que lo percibido provoca como efecto.
“El arte es una armonía paralela a la naturaleza.” – Cézanne
Lic. Claudia Sanzi
Museóloga, Curadora, Crítica y Gestora de Arte
Curadora General de Expo Artistas en el Centro Cultural Borges
Ciudad de Buenos Aires, Argentina
La contemplación de la producción pictórica que nos presenta Juana Dorta ofrece una mirada panoramica donde descubrir el dominio de una voluntad casi didactica de poner en evidencia los procesos y mecanismos de gestacion, al hacer hincapie en las nociones de seriación, variación, desarrollo geométrico, perspectiva, fluctuando alrededor de una serie de temas que funcionan como partes móviles de una gran nube, con la intención de transmitir el misterio y la belleza de lo observado en la vida cotidiana.
Dorta es dueña de un equilibrio compositivo, reflejo platónico de la contemplación, donde las imagenes nos transportan a ideas superiores, a la aprehension de lo invisible, al fin y al cabo. Existe, al mismo tiempo, un orden inquebrantable, medido, una precision natural forzada a veces por una simetria bilateral casi perfecta, rota de un modo anecdótico e intencionado por la perspectiva; una ventana o un espacio prolongado ofrecen profundidad a las escenas, haciendo un guiño a la composición renacentista.
Se trata de creaciones fundadas en un tiempo pausado, donde los agentes naturales aparecen de manera controlada, como si una calle o estación de trenes pueblerinos, un paraje arbolado, un oleaje, una cúpula… el tiempo “detenido”, pudieran pintar ayudando a la artista a otorgar a sus obras esa patina que las hace únicas.
Los retratos son muestra del dominio del dibujo, de la figura y de la representación psicologica de los personajes, a los que la mirada y el gesto les delatan un pensamiento o una actitud.
Destaca la precisión en el trazo y la composición, siempre creando escenas armónicas, llenas de serenidad y lirismo, donde la luz juega un factor relevante, dotando de vida a espacios inertes, donde las personas estan ausentes, evitando cualquier perturbación de la mirada; podrian calificarse de naturalezas muertas, revividas por esa atmósfera luminica que las envuelve, transmitiendo sutileza poetica dentro de una experiencia
estética diferente.
En un momento en que lo conceptual parece ser el único camino válido para el arte contemporáneo, Juana Dorta pinta; parece confiar mas en los sentidos que en la razón, y pintar es para ella una accion y no una reflexion sobre el mundo que la rodea.
Lic. Claudia Sanzi
Museóloga, Curadora, Crítica y Gestora de Arte
Curadora General de Expo Artistas en el Centro Cultural Borges
Ciudad de Buenos Aires, Argentina
Como ella misma lo describe, “Pinto y dibujo lo que veo, lo que me rodea, lo que me hace feliz”. Esta filosofía personal ha sido la fuerza impulsora detrás de su exitosa y dinámica carrera en el mundo del arte. Juana actualmente reside en Pinamar, un entorno que seguramente proporciona rica inspiración para su trabajo. A lo largo de los años, ha desarrollado un estilo distintivo que ha sido reconocido tanto a nivel nacional como internacional.
Su enfoque artístico, lejos de ser monótono, está marcado por una vibrante creatividad y una exploración continua de nuevas técnicas y temas. Con un extenso currículum que incluye numerosos premios y distinciones, Juana Dorta se ha establecido firmemente como una figura destacada en el panorama artístico contemporáneo. Ha participado en una variedad de revistas, contribuyendo significativamente con su arte y enriqueciendo cada publicación con su visión única.
“Una pintora contemporánea cuya obra refleja una intensa conexión con su entorno y emociones.”
Las exposiciones de Juana, tanto individuales como colectivas, han sido consistentemente aclamadas, evidenciando su valía como pintora. Estas exposiciones no solo han sido bien recibidas por el público y la crítica, sino que también han demostrado su habilidad para capturar y expresar complejidades emocionales y visuales a través de su arte.
Desde el 13 de marzo de 2023, Juana Dorta es miembro de la Chicote Galería de Arte Visual, un reconocimiento más de su talento y contribución al mundo del arte. En esta prestigiosa galería, continúa compartiendo su visión artística, influenciando e inspirando a una audiencia aún más amplia. Su presencia en Chicote Galería de Arte Visual, España, no solo enriquece la galería sino que también brinda a los amantes del arte la oportunidad de experimentar de primera mano la profundidad y belleza de su trabajo.
GALERÍA CHICOTE
Galería de Arte Visual
Alicante, España